domingo, 16 de febrero de 2014

Evolución del ser humano


EVOLUCIÓN DEL SER HUMANO - Hoy, he tenido una interesante conversación sobre la evolución del ser humano, no la biológica, sino la espiritual y sobre la diferencia entre querer evolucionar y que te evolucionen. Querer evolucionar, es estar despierto, saber que somos elefantes en una cacharrería, al mas mínimo movimiento hacemos ruido, es decir, nuestras acciones diarias, por banales que nos parezcan, influyen en las personas que nos rodean. La evolución (consciente) es darse cuenta de este hecho y actuar en consecuencia. Ya se que no se puede estar consciente permanentemente, que se nos pasan cosas y que hacemos daño a los demás sin querer, pero la consciencia tiene una particularidad: cuanto más despierto estés, más consciente te vuelves. Cuanto más veas, más consciente te verás y esto se traduce en una disminución del daño que producimos. Que te evolucionen es actuar con los ojos cerrados, reaccionando como un animal a las circunstancias que no hemos sabido ver. Consecuentemente, tendremos la sensación de que los acontecimientos nos controlan y marcan el camino a seguir, desarrollándose en nuestro interior la esperanza de que alguien o algo nos marquen el camino. Por eso creemos en dirigentes, presidentes, líderes, dioses y diablos. Cuando perdamos toda la esperanza en que alguien o algo nos guié, en ese preciso momento recuperaremos la fe en nosotros mismos y dejaremos de ser marionetas en manos de no se sabe que intereses. Despertar, tomar consciencia y ver, son las características de la evolución. Sufrir, desesperarse y preocuparse son las condiciones que pagamos cuando nos evolucionan.

ANTES DE IRNOS- OS INVITO A REFLEXIONAR SOBRE EL MIEDO

El miedo. El miedo es, como podría decirte, miedoso. No le tengas miedo a lo que vendrá. No le tengas miedo a lo que te puedan hacer. No le tengas miedo a lo que te pueda pasar. Si miras al miedo a la cara, te enfrentas y dejas de huir, el miedo desaparece como por arte de magia. El miedo es eso, miedo y por consiguiente muy cobarde. Párate, mira a la cara a tu miedo y veras que no tiene sentido. Hagas lo que hagas, te morirás igual, de nada sirve correr. Vivir plenamente a la luz del sol sin miedo o sobrevivir escondido entre las sombras, tu decides.

jueves, 2 de enero de 2014

RETORNA LA CALMA

RETORNA LA CALMA
EMPIEZA A SALIR EL SOL

La técnica que nos permite empezar a abrir nuestras percepciones y la mente se llama meditación. Es una práctica muy conocida, pero no por ello, menos ninguneada. La meditación  hace que nuestra mente se abra a nuevas experiencias, a nuevos mundos, a la posibilidad real de realizar nuestros sueños, incluso a la inmortalidad. Hace que la mente se calme, dejando de recrear o de manifestar arquetipos y miedos, consiguiendo que nos transformemos en el “axis mundi” de nuestro entorno. Al calmar nuestra mente, parando ese parloteo constante de nuestra sombra, comenzamos a centrarnos, a volvernos estables, a ser un punto de referencia y refugio para todos los que nos rodean. La meditación tiene el poder de permitirnos realizar nuestros sueños. Todo esto puede resultar un poco chocante para los que no han practicado nunca esta técnica, o para los que la están haciendo, pero guiados por unos “canta-mañanas” sin ningún tipo de entendimiento, pero, la pregunta es ¿ como sabemos si lo que estamos haciendo es una meditación o simplemente estamos perdiendo el tiempo ? ¿ como lo diferenciamos ?

            La diferencia reside en nuestra percepción. Si en el transcurso de una serie de meditaciones, mi mente y mi entorno no han sufrido ningún cambio, entonces no estamos meditando, estaremos haciendo otra cosa, pero no una meditación. Los efectos de la práctica correcta, son casi inmediatos, siendo uno de los indicativos de su efectividad, una cierta sensación de mareo desde el primer instante en el que la mente se calma. Es decir, la meditación produce efectos instantáneos, al principio muy sutiles y más adelante mucho mas evidentes, las otras técnicas no, aunque nos las quieran vender como lo que no son, meditaciones.

            La meditación, hace que, nuestro cerebro deje de procesar esa inmensa cantidad de datos manipulados internos, además de los que nos llegan a través de nuestros sentidos, y se pueda centrar en sacar a la luz todos los datos que hemos absorbido inconscientemente, consiguiendo que, nuestra sombra, pierda el poder que tiene sobre nuestra realidad. Una mente quieta, clasifica, ordena, y evalúa toda la información ( consciente e inconsciente ) de manera que no sea un lastre para nuestra evolución, prescindiendo del instinto de supervivencia. Una mente inquieta, prima la supervivencia del organismo por encima de  la evolución, dejando de lado todo lo que sea concerniente a la consciencia. Podríamos decir que una mente serena, evoluciona, y una mente ansiosa, sobrevive. Cuando conseguimos aquietar la mente a través de la meditación, es cuando se produce el verdadero movimiento, la verdadera acción. Los Taoístas  lo denominaron “Wu Wey”, la no acción ( fluir ). expliquemos esto.

            La no acción se basa, no en no hacer nada, si no en no seguir haciendo eso que nos perjudica, eso que nos hace daño. Esto es, dejar de introducir las intenciones dentro de nuestras decisiones. Por la sencilla razón de la ley de la causa-efecto, el dharma-karma. Si introducimos una intención, por muy buena que esta sea, dentro de una acción, se genera automáticamente una reacción de igual fuerza, pero de sentido contrario, así, si tenemos una mente fuerte, conseguiremos lo que queremos, pero si la parte fuerte es nuestro inconsciente, nuestra sombra, se materializará lo contrario a lo deseado. Por eso la importancia de controlar nuestra mente, de tener una mente en reposo, el auto-conocimiento.

         
   Cultivando esta auto-observación, ( meditación ) se consigue que, en primer lugar, dejemos de darle energías a esa sombra, como en la leyenda india, dejemos de alimentar a los perros. En segundo lugar, como no tiene energía, el inconsciente pierde fuerzas y deja de controlarnos, recobrando nuestra libertad. Estas dos fases las notaremos en el transcurso de la práctica de la meditación, no ocurre de inmediato, si no poco a poco, paso a paso. Primero seremos conscientes de que nuestras programaciones, nuestros arquetipos, van perdiendo influencia en nuestras decisiones y, después, con el transcurso del tiempo, notaremos, como si algo faltase en nuestra mente, ese es el vacío que deja el inconsciente al retroceder ante la fuerza de nuestra esencia. Es un camino que, puede parecer lento en principio, pero si tomamos en consideración todos los años y siglos en los que hemos estado sometidos al control de nuestros arquetipos, eliminar una gran parte de estos en una sola vida, se torna en una vía rápida.

          

  La disolución de nuestro ego y su posterior integración en nuestro yo, hace que nuestra percepción de la realidad que nos rodea cambie, para bien o para mal, pero cambie. La clasificación de lo que esta bien y lo que esta mal lo dejo a juicio del lector, ya que no hay nadie mejor que uno, para saber lo que le conviene y lo que no. Al cambiar la percepción de nuestro exterior, automáticamente, cambia la percepción interior, viendo como viejas costumbres o valores y lo que considerábamos importante, dejan de serlo. Pero lo principal que ocurre al principio de la práctica de la meditación es la de la disolución de fronteras, ya no hay más un mundo interior separado del mundo exterior, ya no hay más un “dentro y fuera”, todo se torna un continuo, consiguiendo que los acontecimientos y circunstancias exteriores las veamos como reflejo de nuestra condición interior. Este tipo de mentalidad que empezará a tomar forma dentro de nuestra mente arquetípica, romperá con todos los muros que nos impiden ejercer la libertad que tenemos, que somos. Seremos dueños de nuestra vida, y lo que es más importante, seremos los amos de nuestros pensamientos. Ya no habrá más “pastor”, no existirán los “perros”, los “controladores” desaparecerán, por primera vez seremos conscientes de que somos libres. Por que, aunque no nos lo creamos, la libertad no es algo que se gane o se pierda, no es algo que se conquista en una eterna lucha contra un enemigo invisible, no, la libertad es eso que entra en nuestro cuerpo junto con la primera bocanada de aire que respiramos en el mismo instante de nuestro nacimiento. La libertad, es inherente a la condición humana, a la consciencia, por eso, es lo que más miedo nos da.


            Asumir que somos libres, es la tarea que tenemos pendiente. Todavía, nos seguimos organizando bajo el control de nuestros instintos animales, por esa razón necesitamos de pastores y de rebaños. La consciencia, y sobre todo, ser conscientes de que tenemos consciencia, es el primer paso para dejar de depender de nuestros instintos de supervivencia y empezar a confiar en las maravillosas capacidades de nuestro cerebro y de nuestra mente para crear todo lo que imaginemos. Mientras sigamos dependiendo de nuestro sistema de supervivencia, paradójicamente, seguiremos muriendo. La vida y la muerte no son más que las dos caras de la misma moneda, como lo son: el bien y el mal, lo alto y lo bajo, lo blanco y lo negro, el fin y el principio. Por eso, cuando comprendamos que no podemos separar a los “opuestos”, terminaremos con la dualidad que nos domina.

          
  Es el eterno mito de los contrarios inseparables. Por eso, las culturas antiguas, “primitivas” según nuestro punto de vista “civilizado”, contemplaban esta dualidad representándola como hermanos de sangre. Los griegos tenían a Tanatos, dios de la muerte, y a su hermano Eros, dios de la creación. Los egipcios lo representaron yendo un paso más lejos, ya no necesitaban de dos cuerpos, cada uno con su particularidad, si no que, lo encarnaron en un solo cuerpo con dos cualidades diferentes. La diosa Bastet, creadora de vida, se transformaba en la terrible Sektmek, destructora de todo lo que había creado su alter ego. La luz y la sombra siempre van juntas, no se puede separar la una de la otra. La negación de la muerte, como acontecimiento cotidiano, es lo que nos impide avanzar. Cuando integremos esa nueva visión de lo que es la existencia, dejaremos de padecer la dualidad, seremos eternos.


            Que venimos a este mundo a comprender la naturaleza de lo que somos, eso es algo que todas las filosofías antiguas sabían, pero, actualmente, esta mirada interior, ha desaparecido y como compensación, hemos desarrollado una visión exterior y una consciencia ajena, con lo cual, estamos encantados ( con todo lo que significa esta palabra ) con las maravillas del “mundo moderno”. Uno de los libros en los que esta representada esta sabiduría perenne, es el KIBALIÓN, escrito por un hombre que, con el paso del tiempo fue divinizado, alcanzando una categoría de mito. Este personaje, se llamaba HERMÉS, padre de la filosofía hermética, y creador de la propia palabra hermetismo, que significa: lo oculto, secreto, reservado. Pues bien, en este texto, que tiene la friolera de más de cinco mil años de antigüedad, hay siete principios básicos con los que, según el, se rige el universo y toda la creación en si misma. La primera de estas reglas es el del metalismo, todo en mente, el universo es mental. Pues, esto es lo que actualmente, la física cuántica esta corroborando, con su principio de que el observador influye en el experimento, es decir, que todos y cada uno de nosotros somos creadores de realidades, a través de nuestra consciencia, justamente como decía Hermés. Este experimento de la intención es lo que nos da ejemplo de lo que somos capaces, y de la libertad que tenemos de crear todo lo que imaginemos. Pero siempre estamos distraídos con el dinero, las crisis, las emociones y los instintos. No nos damos cuenta de que todo lo exterior no es más que la creación de nuestra mente sin el control de nuestra consciencia, es la expresión de la creación de nuestra sombra.

            Venimos a este mundo con unos deberes que cumplir, pero si no lo hacemos, no pasa nada, tendremos otras oportunidades en futuras existencias para volver a intentarlo. Nuestro cuerpo es mucho más de lo que vemos, hay una serie de funciones que son automáticas, que si tuviéramos consciencias de ellas, seguramente que no las haríamos tan bien, o nos dejaríamos cosas por hacer. Imagínense que el acto de respirar, la digestión y el parpadeo, fuesen voluntarios, ¡¡ la de ahogados, ciegos y hambrientos que habría en el mundo !! Estamos a los mandos del mejor vehículo que, la naturaleza en su sabia evolución, nos ha regalado, usémoslo como tiene que ser, con una correcta comunicación con el, con la consciencia. La pena es que el canto de las sirenas que esta ahí afuera, no nos deje escuchar nuestra voz interior.

            Las personas que practican con asiduidad la meditación, se dan cuenta de lo que quiero decir, la mente en calma hace que la atención se fije en lo verdaderamente importante, nuestra consciencia, nuestro ser, nuestra esencia. Cuando nuestra mente esta en calma, es el momento indicado para la acción, sin intención, sin arquetipos, sin condicionantes. Esto ya lo hace nuestro cuerpo de manera independiente, se repara de los daños sufridos durante el día, mientras nuestra mente esta tranquila ( que no quieta ) cuando dormimos. Tenemos un cuerpo que es capaz de auto-repararse, auto-regenerarse y auto-descubrirse, pero también de auto-destruirse. Somos así, capaces de lo mejor y de lo peor, de nosotros depende que la balanza se equilibre o se incline hacia uno de los dos lados. Los controladores, saben estas verdades y las utilizan en su provecho, manteniendo al rebaño en el más absoluto desconocimiento de sus capacidades. Somos una sinergia de consciencias celulares, incluso se ha llegado a comprobar que, las células que nos forman, se comunican entre ellas mediante bio-fotones, así, cada una de estas células sabe en todo momento lo que hacen las demás y lo que tiene que hacer ella. Pues bien, esa increíble capacidad de comunicación celular, con toda su complejidad, no es nada en comparación con la consciencia del ser. Somos mucho más que la mera suma de las inteligencias celulares, somos creadores de realidades, pero como he dicho anteriormente, estamos locos y así nos va. 

            El verdadero éxito de nuestra evolución es encontrar el punto medio, el equilibrio, el Hunab Ku de los mayas, el axis mundi de los griegos. El centro donde residimos y donde todo empieza a ser. El origen de toda creación, donde la voluntad de los maestros ( nosotros ) es manifiesta. Este equilibrio es lo que tenemos que conseguir aquietando la mente, calmando el ego, despertando la esencia. A nivel físico, se considera que el 90% de nuestras acciones diarias, son inconscientes, automáticas, es decir, utilizamos la memoria genética de nuestro cuerpo para funcionar, pero si fuésemos conscientes de todas estas inconsciencias, no habría forma material de matarnos, ni de morirnos. Si mi cuerpo es controlado por mi cerebro, y este es regido por mi mente, cuando mi esencia despierte y se de cuenta de su inmortalidad, esta, pasará la información al cerebro, y este, desencadenará toda una serie de procesos biológicos que nos conducirá hasta la inmortalidad del cuerpo físico. Fantástico. Pero hasta que no despertemos, seguiremos reclamando los servicios de Caronte, personaje que, curiosamente, encarna a la perfección lo que es el equilibrio, esta siempre entre los dos mundos, viajando constantemente de una orilla a la otra, pero sin quedarse en ningún lado. Es la representación de la libertad humana. Caronte es un ser humano libre, sin ataduras, sin arquetipos, sin miedos, libre, perfectamente libre.

            Hay una historia referente a lo que es el equilibrio de los opuestos que, me gustaría contarles. La  historia, transcurre en una de las aulas de una universidad europea y representa a la perfección lo que es la visión sesgada que tenemos del mundo y su contrapartida, el equilibrio.

            Los alumnos de la clase de física teórica estaba esperando en el aula a que el profesor llegara, resultaba extraño que ya no estuviera allí, siempre era el primero en entrar. Quizás habría tenido algún contratiempo. Habrá que esperar.

            Había pasado más de un cuarto de hora, cuando el profesor hizo su aparición en el aula dando un terrible portazo que dejó a todos los alumnos enmudecidos y con los ojos como platos del tremendo susto. Con un paso tenso, que delataba el inmenso enfado que tenia dentro, se dirigió a su mesa. Dejo su maletín, el abrigo y la americana como el que descarga sacos de cemento, entre la rabia y el cansancio. Se quedó de espaldas a la clase, con las manos apoyadas en su mesa, respirando, intentando calmarse, su tensión se podía oler. De pronto se giro, respiro fuerte como si estuviese conteniéndose y lanzó una pregunta al aire, pero para toda la clase:

            -¿ Existe el mal ? Dijo.
            Entre el miedo y el respeto, la clase susurró: Si, claro que si.
            Entonces -continuó- si el mal existe y dios es el creador de todo, dios creó el mal, así que dios es malo. Dios representa el mal. Sentenció.

            Todos los alumnos callaron, parecía que el razonamiento y la deducción lógica de un profesor que tenia la fama de ser muy exacto en sus cálculos, no tenia fisuras. En medio de todo el silencio reinante, se alzó una voz:

            -Profesor, ¿ existe el frío ?
            -Pues claro, ¿ es que usted no ha tenido nunca frío ? Contesto el maestro.
            -Esta usted equivocado señor profesor- dijo la voz- el frío no existe, es la ausencia de calor ( movimiento molecular y atómico ) la que nos congela. Se puede medir el movimiento, no la quietud. Además, ¿ existe la oscuridad ?
            -Eso es algo evidente, ¿ es que usted no ha estado a oscuras nunca ? Respondió el profesor.
            -Falso otra vez, la oscuridad no se puede medir, solo podemos cuantificar la cantidad de luz, no la ausencia de esta.
            -Tienes razón, pero, ¿ a donde quieres ir con estas preguntas ? Dijo el profesor.
            -Quiero demostrarle que, dios, no es malo, es la ausencia de este lo que llamamos el mal.

            Tanto el exceso como el defecto, crean un desequilibrio de los opuestos, la paz, la calma, solo se consigue cuando estamos centrados en nuestro ser, sin ataduras, sin miedos, sin arquetipos. Tenemos que empezar a descubrir esa otra parte de nuestra vida que, habita en nuestro interior, mediante la observación consciente, también llamada meditación. Todo es muy simple, se reduce a la toma de consciencia de nuestro ser. Saber que somos inmortales. Saber que somos mucho más de lo que creemos ser. Saber que podemos ser todo lo que queramos ser. Saber que la vida es mucho más de lo que podemos percibir. Saber que somos libres y que tenemos el poder de ejercer esta libertad.

            Para esta toma de consciencia, para despertar, solo es necesario pararse a observar un objeto o un pensamiento sin analizarlo, sin clasificarlo, sin juzgarlo, desde una mente en calma. Es en este preciso momento, en mitad de esa paz mental, cuando lo observado se muestra tal y como es. Esto es la meditación, la observación pura. En ese estado, la mente se libera de todo pensamiento condicionado y comienza a ver el mundo tal y como es, no tal y como nos han dicho que es. Es como si pudieses ver la verdad de tu esencia, es como si pudieses asistir al funeral de la muerte, es estar presente en el destierro de tus miedos. Solo la ausencia de juicios y prejuicios sobre lo observado, hace que la mente perciba la realidad tal y como es, sin artificios ni añadidos. Pero, por ahora, seguimos siendo animales de costumbres, que vivimos en un mundo de costumbres, con unos hábitos y usos cotidianos que, hacen que esta visión del mundo, de nuestro verdadero ser, dure solo un instante. ¡¡¡ Pero que instante más maravilloso !!! es el único momento que tendremos para contemplar nuestra auténtica naturaleza.

            No debemos desanimarnos en nuestra búsqueda, por que, por muy corto que sea ese instante sublime de observación de nuestra esencia, siempre podemos volver a realizarlo, y quizás, podremos mantener esa visión un poco más de tiempo. Al principio de la experiencia, nos parecerá complicado, difícil, pero, la única diferencia entre difícil y fácil, es la práctica, es decir, hay que practicar mucho para darle la oportunidad a lo imposible para que se manifieste. La mente es uno de los “músculos” de la consciencia y hay que despertarlo de su anquilosamiento. Pensemos que, el cerebro, necesita de tan solo cinco días para crear la red neuronal que representa el nuevo conocimiento o la nueva experiencia aprendida y otros cuarenta días de práctica para fijarla como si de un acto reflejo se tratara.

            Todo esto, parece muy idílico, pero no tenemos que olvidarnos que tenemos un enemigo interno que nos lo va ha poner muy difícil utilizando una de las armas adquiridas durante todo el tiempo que hemos permanecido en el rebaño, la fuerza de la costumbre. Esta costumbre, estos hábitos, son los que nos impulsan a seguir por el camino que estábamos por que lo considera más seguro, más cómodo, como es algo conocido, es más fácil y, nuestra sombra, no esta para trabajos. En la filosofía Taoísta, hay dos preguntas que hay que hacerse cada cierto tiempo, ya que sus respuestas varían según las circunstancias en las que nos encontremos. Estas preguntas son: ¿ estoy haciendo lo que quiero o lo que debo ? Y ¿ de lo que hago, que estoy haciendo, lo cómodo o lo correcto ? Según la respuesta que nos demos, así tenemos que actuar. Esto que explico, no es más que retomar la pregunta del principio de este texto ¿ que me está pasando ? Es la manifestación oral de esa eterna lucha entre lo que soy y lo que creo que soy, entre la esencia y la sombra, que se manifiesta en forma de resistencia a los cambios, aunque esto, sean para bien.

            Esta lucha, como ya hemos dicho, es de lo más cruel, por que mi sombra, me conoce mejor que mi esencia, no en vano, lleva el control del 90% de mis acciones diarias. Este conocimiento y el control que ejerce sobre lo que yo soy, lo empleará como si de un arma arrojadiza se tratara, lanzando a mi mente preguntas, dudas, miedos, inseguridades, y todo lo que se le pueda ocurrir, con tal de seguir manteniendo el control de mi mente. Mi ego es muy fuerte, pero, cuanto más daño le cause a mi esencia, más fuerte y poderosa esta se tornará. Una cosa que se puede deducir de mis palabras y los que estéis en el camino estaréis o estáis comprobando, es que, cuanto más cerca estéis de la puerta que conduce al despertar, más fuertes y terribles serán los envites del ego. Serán tan fuertes que, seguramente, sintamos la sensación de arrepentirnos de “nuestros pecados”. Nos causarán un dolor terrible, por que nuestra sombra sabe lo que nos causa mayor dolor y no dudará en utilizarlo en nuestra contra. Pero, tenemos que comprender que, para apagar las llamas que nos queman por dentro, deberemos bajar a nuestros infiernos personales y apagar el incendio que allí arde. Hay que hacerlo desde un punto de vista neutro. Aun dentro del mayor dolor interno, tenemos que ser conscientes de que, nuestra sombra y nuestra esencia, son dos caras de lo mismo, nuestro ser. El dolor de tu esencia es el mismo que el de tu sombra, tus miedos son los suyos, tus lágrimas son las suyas, tus experiencias son las suyas. Por ese mismo motivo, jamás se puede perder esta guerra interna, siempre estas ganando, ya que, a mayor dolor producido, mayor dolor sufrido. Pesemos una cosa, la sombra quiere controlarnos y nunca dejar de hacerlo, y para eso recurrirá a todos los medios que tenga a su disposición, incluso a  su propio sacrificio. El dolor que te produce es el mismo que ella sufre, así que, si quiere sobrevivir, tendrá que detenerse algún día y llegar a un acuerdo con tu esencia. Este es el punto de equilibrio, este es el despertar.

            Cuando nosotros, en nuestra auto-observación, nos encontremos en medio de esa lucha interna, lo único que tenemos que hacer es comprender que los dos combatientes son las dos partes de la misma cosa, la unidad, mi esencia, nuestro ser. Entonces, en medio de todo el estruendo de la batalla, surgirá un punto de calma, de silencio, de paz que se irá extendiendo apagando las llamas de la confrontación y consiguiendo que todo se torne tranquilidad. Estaremos experimentando la paz mental, la comunión con nuestra sombra, como dice la Biblia, se hará la luz y podréis empezar a ver.


EPÍLOGO
LLEGAMOS A CASA

 La respuesta que nos da la meditación no es la de la lucha, es la de la fluidez. El fluir con nosotros y con nuestros miedos y la no confrontación de los mismos, es la solución.

            Dentro de nuestro actual paradigma sobre lo que es el ser humano, solo encontraremos lucha, batallas, conflictos y dolor, ya que se basa en una premisa muy “animal”, la de la supervivencia. Es el tu o yo, la primacía de uno sobre el otro, perseguir la victoria propia y la derrota ajena. Pero este arquetipo, tiene un error de cálculo que nos ha conducido al mundo actual en el que vivimos. Siempre está mirando el exterior como algo agresivo, algo a lo que derrotar o nos derrotará, algo a lo que conquistar, y así nos encontramos. Estamos sumidos en una de las peores( si no la peor ) crisis económica que se conozca, en mitad de un cambio climático que ni siquiera podemos predecir las consecuencias que tendrá, en una ausencia de valores terrible, con un montón de “guerras de baja intensidad” activas. Guerra contra el terrorismo, guerra contra el acoso de los especuladores,  guerra contra el narcotráfico, guerra contra la crisis, guerra contra la falta de fe, etc...( póngase todas las guerras que se nos ocurran, y aun y así, haremos corto ) todos son puntos de vista anclados en el viejo arquetipo de la supervivencia de los más aptos, de la evolución de las especies. Pues bien, en mitad de todas estas batallas, tenemos que encontrar nuestro equilibrio, poner en práctica el antiquísimo arte del Wu Wey, la no acción. Tenemos que ser un centro, un punto fijo en el cual, en principio, solo estaremos nosotros solos orbitando, pero, con el tiempo, serviremos de centro a otros que se nos sumarán, y cuando alcancemos un numero determinado, ( el experimento del centésimo mono ) el resto de la humanidad, parará, dejará de luchar. En es preciso momento daremos un gran salto en la evolución de nuestra especie. Habremos cambiado del paradigma de la supervivencia por el paradigma de la comprensión.

            Seremos capaces de crear un mundo en paz, sin agresiones a nosotros ni a ninguna de las demás especies que conviven en este precioso planeta azul. No necesitamos revoluciones, necesitamos una evolución. Es la única vía que tiene futuro. La lucha constante entre nosotros, entre los demás y la lucha interior, no conducen a ningún sitio, bueno, si que llevan a un lugar llamado extinción. Nosotros tenemos que elegir, la pelota esta en nuestro tejado. Pero no en un tejado comunal, no, si no en un tejado personal. No conseguiremos cambiar nada en el exterior si, previamente no hemos realizado estos mismos cambios en el interior. No podemos, es más no debemos seguir juzgando el mundo y a nosotros mismos desde ese antiguo cliché de separación, de división, tenemos que comprender que, ese exterior que nos resulta tan amenazante, no es más que el reflejo de nuestro interior guiado por el miedo y controlado por nuestra sombra. No hay diferencia entre lo de fuera y lo de dentro, no hay diferencia entre lo que soy y lo que creo que soy, no hay ninguna diferencia entre la nuestra esencia y nuestro ego. Todos somos lo mismo, seres mentales experimentándose a si mismos. Todos somos héroes legendarios, todos somos maestros creadores de realidades, todos somos UNO.

            Quizás, lo más difícil que nos depara esta vida, es darnos cuenta, ser conscientes de que, nuestra existencia no es más que un conjunto de imitaciones, arquetipos y programaciones mentales que hemos heredado de nuestros ancestros, de nuestra cultura y de nuestra propia espiritualidad en la forma de las religiones. Que lo que deseamos hacer y, todos nuestros sueños, los hemos recluido en lo más profundo de nuestro interior para que no nos desvíe del camino que otros ( siempre bajo nuestro consentimiento pasivo ) nos han marcado. Darse cuenta, despertar y ser conscientes de este hecho,  aunque sea de una manera involuntaria, es el principio y el fin de nuestra lucha, de nuestro dolor y es el fin definitivo de todo tipo de violencia, ya sea interior o exterior. Solo cuando consigamos armarnos del suficiente valor para enfrentarnos a las preguntas y respuestas que surjan de nuestro interior, solo entonces, podremos decir que estamos siendo libres. Podremos utilizar esas nuevas alas y recuperar nuestra capacidad de volar para perseguir nuestros sueños. Podremos ignorar lo que los demás piensen de nosotros por que carecerá de valor. No seremos más marionetas en manos de nadie, ni siquiera del juicio de los demás. No tendremos la obligación de seguir el camino que nos han marcado. Haremos solo lo que queramos hacer. Pero sobre todo, habremos ganado la partida a la muerte, a la física y a la mental. Seremos eternamente bellos y jóvenes dentro de nuestra consciencia. Seremos libres y habremos dejado a Caronte sin trabajo.


            La libertad, el equilibrio, el centro, la calma y nuestra consciencia son la misma cosa, nuestra esencia. Somos todo esto y mucho más. Somos dioses. El universo nos espera.

martes, 26 de noviembre de 2013

SALIMOS DE LA TORMENTA PERO EL MAR SIGUE PICADO




Lancemos al aire una sencilla pregunta que, en si misma encierra una teoría utópica por ahora, pero que podría ser realidad algún día. ¿ Que pasaría si toda la población de la tierra se negase a pagar sus impuestos y deudas que ha adquirido con este sistema de economía de mercado ? Hay varias respuestas a esta cuestión, que van desde la mayor debacle económica jamás sufrida por la humanidad a el fin de esta civilización tal y como la concebimos actualmente. Esto es en teoría lo que nos dicen que tendría que pasar como consecuencia de nuestra negativa a seguir pagando. Miedos, catástrofes, desgracias, calamidades. Todos los peores augurios se ciernen sobre nosotros si hacemos lo que pensamos, o al menos eso es lo que nos dicen. Pero, ¿ seguro que pasaría todo esto ? Creo que no, lo que pasa es que si por una vez en la historia, el ser humano ejerce esta libertad, que esta intrínsecamente unida a su condición de consciencia libre, el mundo se transformaría de la noche a la mañana, en un planeta libre, sin dolor, sin sufrimiento, Sin deudas, sin pecados. Pero esto no es lo que le interesa a estos controladores por que saben que, si esto ocurriese, se les acaba todo el poder y tendrían que ponerse a la altura que todos los demás, con todo lo que ello supone. La mera idea de la igualdad y la justicia social les da una alergia tremenda.

            En las cuestiones de economía, nos dicen que si no seguimos las “recetas” del BCE o del FMI o de los expertos en estos temas, el caos se instalará en la sociedad y retornaremos a la edad de piedra, sin electricidad, sin agua corriente, sin alimentos al alcance de la mano. Volveremos a cazar y a sembrar la tierra para poder comer, a recoger agua de los ríos y a alumbrarnos y calentarnos con una hoguera. Verdaderamente terrorífico. Pero, ¿ estamos seguros de que esto seria así, o nos quieren manipular y engañar una vez más ? Personalmente no me lo creo. ¿ como voy a fiarme de las soluciones que nos dan los mismos que nos han metido en este lío ? Creo que son lobos con piel de cordero. Siempre están argumentando que, esto, se puede convertir en un caos. Pues bien, tienen razón, todo orden se transforma en un caos por si solo, se llama la LEY DE LA ENTROPÍA. Lo que no te dicen es que, después del caos, regresa el orden. La ley de entropía, nos dice que todo esta en un balance continuo, que tiende al equilibrio de fuerzas, consecuentemente, si ejercemos fuerza hacia un lado, habrá una reacción de igual intensidad en dirección opuesta. A toda acción le corresponde una reacción de igual intensidad pero de dirección contraria. Es la ley de causa y efecto. Es la ley del karma y el dharma que decían los antiguos.

            Lo que nos ocultan es que, esta fuerza caótica que nos amenaza, ha sido creada por ellos, así que la reacción será contra ellos, y claro, no quieren sufrir las consecuencias de sus manipulaciones y tienen mucho miedo que se manifiesten sus vaticinios. Ahora nos ofrecen la solución del “Nuevo Orden Mundial”, bonito eufemismo para referirse a “Lo Tenéis Muy Mal”. Esto quiere decir que van a cambiar todo el modelo económico, para seguir siendo ellos los que nos controlen. Es cierto, cambiaran todo el modelo económico mundial menos la parte que a ellos les interese. A ese nivel seguiremos privatizando lo beneficios y socializando las perdidas de sus empresas y consorcios.
           
            Cuando nos amenazan con el caos, a mi, me gustaría decirles que, el universo es un claro ejemplo de un comienzo caótico y un final organizado. La única ley por la que se rige el universo, y por ende nosotros, es la ley del equilibrio. Todo tiende a compensarse con su opuesto, todo tiende al equilibrio. Quizás, habría que sumergirse en el caos para retornar al punto de equilibrio. Pero este caos nos da miedo. Un miedo fabricado por aquellos que no quieren un mundo en armonía, por aquellos que les interesa la desigualdad por que de ella dependen sus beneficios, aquellos que necesitan el sufrimiento ajeno para sentirse superiores, aquellos que nos controlan. Otro ejemplo de caos auto-organizado, somos nosotros mismos como especie. No somos rápidos, no somos fuertes, no somos grandes, no somos fieros y, como dificultad añadida, tenemos una muy limitada capacidad reproductiva, así que la pregunta lógica seria: ¿ como llegamos hasta aquí ? Ya he explicado que nuestra capacidad de imaginar es la responsable de nuestra supervivencia, pero, también lo es nuestra capacidad para organizarnos desde meros clanes de  cazadores a sociedades agrícolas, sin necesidad de que nadie nos indicara como hacerlo. Nuestro cuerpo es el reflejo del universo, así que, si este es capaz de crear orden desde el caos, nosotros también.   

tenemos que ser realistas y asumir nuestra condición divina. Somos creación de un universo en perfecto equilibrio, por lo tanto somos inherentemente equilibrados. Somos la manifestación consciente de un universo creador observándose a si mismo y experimentando su creación desde la base, desde el principio de la vida. El milagro de la transmutación de materia inerte en materia viva y auto-organizada, eso es lo que somos. Se nos regaló el don de imaginar, y lo estamos usando para crear sufrimiento y dolor. Lo paradójico de este pensamiento es que somos muy conscientes de que este sufrimiento y dolor, es consecuencia de nuestras acciones, pero seguimos ignorando el hecho de que cuando queramos, podemos acabar con todo este mal. Siempre pensamos que una sola persona no puede hacer nada, con lo cual estamos descargando nuestra responsabilidad en otras personas, así no tener que asumir sus consecuencias y poder culpabilizar a ese otro de todos nuestras desgracias. Erik Fromm denominó a este comportamiento abdicracia, es decir, el gobierno de nuestra desidia. Este no es un buen camino, es más, no es ningún camino, por que no lleva a ninguna parte.

            Muchos opinan que tendríamos que tomar las calles, recuperar el significado original de lo que es la democracia, demostrarles a los que nos controlan que, su poder, esta en nuestras manos, que para que ellos sigan existiendo, el pueblo es imprescindibles. Otros reforzarán estas ideas citando viejos textos filosóficos como el Tao The King: “al pueblo hay que gobernarlo como el que hace pescadito frito, a fuego lento y sin removerlo mucho”. Pero, estas no son visiones nuevas, si no reinterpretaciones de viejas verdades, actualmente obsoletas. La única manera de crearnos una nueva imagen de este mundo, es eliminando viejos arquetipos y clichés de nuestras agotadas mentes. Y para conseguir desprendernos de estas pesadas mochilas, tenemos que desarrollar el sentido de la auto-observación, a través de los ojos de la consciencia. Una nueva visión del mundo y de nosotros se consiguen a partir de la meditación, que no es otra cosa que el arte de la observación sin intención. Si queremos tener futuro, no necesitamos una revolución, necesitamos una evolución.

          
  Usemos de una vez por todas, todo el poder que el universo nos concedió y creemos el mundo que queremos, conscientemente del poder que tenemos, conscientemente de que somos seres inmortales, perfectos y enteramente energéticos, por que la materia, según Einstein, no es más que energía en reposo. Nuestro mundo emocional es mucho más real que este mundo que percibimos a través de nuestros sentidos, así que empecemos a tomarlo en serio y dejemos de aturdirnos con toda una serie de químicos psicoactivos que lo único que hacen es dormirnos más profundamente. Tenemos que retomar el control de nuestra mente, por que si seguimos como hasta ahora, no existirá ningún futuro, ni físico, ni mental. Pero sobre todo hemos de liberar nuestra esencia, nos guste o no, ya que, ella, no es otra cosa que nosotros mismos. Liberemos nuestra alma de las garras de los controladores. Dice un viejo aforismo Taoísta: tarde o temprano todo el mundo acaba por encontrarse a si mismo, de cada uno depende que sea el mejor de nuestros días o el más amargo de nuestros momentos. Tenemos que creer en nosotros y en nuestra libertad y así se materializará.

domingo, 27 de octubre de 2013

AMAINA EL TEMPORAL HAY UN RAYO DE LUZ ENTRE LAS NEGRAS NUBES



AMAINA EL TEMPORAL
HAY UN RAYO DE LUZ ENTRE LAS NEGRAS NUBES



Hablando de la muerte.....¿ sabemos lo que la ciencia nos dice que es ? Pues bien, la ciencia, solo tiene explicación para los síntomas de la muerte, pero no hay ni una sola razón con argumento científico que pueda justificar la muerte. Pero entonces......¿ que es lo que muere ? Evidentemente todo lo que está vivo, pero entonces......¿ que es la vida ? Pues, aunque parezca mentira, tampoco hay ninguna razón científica que justifique que estamos vivos. ¿ COMOOOO ? Si, no hay ninguna explicación del por que la materia inerte, se transformó en materia viva, es como intentar explicar la causa del por que un montón de piedras adquiere consciencia. Aclaremos esto. Nuestra ciencia, tan lógica y avanzada, tan llena de números y de experimentos, es incapaz de definir lo que es la vida, a lo sumo pueden dar una explicación banal para los síntomas de la vida, es decir, nos movemos, respiramos, crecemos, nos desarrollamos,nos reproducimos, pero, esto, aun y así, ni siquiera es patrimonio de la vida, ya que los cristales minerales, crecen y no están vivos ( o por lo menos eso creemos ) y los virus no tienen sistema reproductor y no están muertos ( o eso creemos también ). en definitiva, LA MATERIA VIVA, Y LA VIDA EN SI, ES TODAVIA UN MISTERIO. La última definición que está en la palestra es que la vida tiene cuatro cualidades bien definidas, a saber: nacer, crecer, reproducirse y morir. Pero como hemos visto anteriormente, ni siquiera esta cualidades son exclusivas de la vida, ya que la materia inerte, puede presentar una o dos de estas cualidades. Este es el argumento que esgrimieron un grupo de “científicos rebeldes” para echar por tierra toda esta teoría de la vida.

            Lo de morir, tampoco esta muy claro. Evidentemente, hay algo que es real, que son los cuerpos inertes, pero, si esos cuerpos no están vivos......¿ donde está la vida ? ¿ a donde se va ? ¿ reside dentro de nuestro cuerpo y cuando se cansa se va y nos morimos ? ¡¡¡ Uffff !!! ! vaya lío ¡. Para colmo, ni siquiera el “orden” vital de vida y muerte, se cumple en todas las especies, ya que se encontró una medusa en el mar mediterráneo que sobrevive a la muerte. Veamos como. Todo ciclo vital animal, está, fundamentalmente destinado a la reproducción, ya que es la misión fundamental de todo ser vivo. Después de esta reproducción, hay animales que mueren, debido básicamente al agotamiento producido por el desgaste energético en la lucha por conseguir pasar las cargas genéticas a las generaciones futuras. Pues bien, nuestra medusa, no muere, como era de esperar. Lo que hace es rejuvenecer hasta el estado larvario, mezclarse con sus propias larvas y así empezar un nuevo ciclo vital ¡increíble! Estamos ante la evidencia de que la muerte no esta grabada en nuestros genes, que no es una consecuencia de la vida, que, si queremos, incluso creo que dejaría de existir como acontecimiento vital y pasaría al reino de los mitos y leyendas con los cuales aterrorizar a los infantes que escuchen estas historias de muertes, dolor y sufrimiento, que no es inevitable. Si una medusa, que, en teoría, es un animal más simple que nosotros, ha conseguido perpetuarse en el tiempo, ¿ por que nosotros no podemos, con toda esta “superioridad” científica, social y genética ? Quizás es que nos estamos complicando mucho la vida, quizás la clave esté en la simplicidad, quien sabe. Repasemos un poco la teoría  del origen  de la vida para ver si encontramos un poco de sentido y una explicación a la cuestión.

            Se estima que las primeras representaciones de la vida surgieron hace la friolera de 4.300 millones de años, si, hace cuatro mil millones de años, solo 100 ( cien ) millones de años después del la creación de la tierra, hace 4.400 millones de años. ¡ Parece que hablamos de años como si fueran panes ! ¡ pero es que son muchísimos años, muchísimo tiempo ! Sigamos. En esos primeros 100 millones de años, en la tierra ocurrieron muchas cosas, bombardeo de meteoritos, erupciones volcánicas, terremotos, y un sin fin de cosas que crearon la primera atmósfera irrespirable a base de amoniaco, azufre y otros elementos la mar de simpáticos todos ellos. Y allí, en medio de una atmósfera mortal, expuestos a una radiación solar mortal, con una temperatura altísima, también mortal, pues en mitad de toda esa muerte, aparece la primera célula viva, el primer animal unicelular. Todo un milagro.

            He buscado en libros, he consultado a profesores y a expertos en el tema, he excavado en lo más profundo de nuestras ciencias, incluso he buceado en la red buscando una explicación a esta extraña y espectacular aparición de la vida entre tanta muerte, pero no he encontrado nada. Lo que si hay, es todo tipo de explicaciones evolutivas o adaptativas pero a partir de esa primera célula, antes nada. Lo que más se aproxima es una teoría que se llama “la sopa primordial” que intenta explicar como se combinaron esos elementos primordiales con un poco de agua y un mucho de energía eléctrica para obtener la transformación de un conjunto de materia muerta en algo vivo. Solo tiene un inconveniente, nunca ha podido demostrarse. Se han hecho todo tipo de pruebas, incluso llegaron a recrear esa atmósfera primigenia en una probeta, en la que mezclaron hidrógeno, amoniaco, hierro, metano y agua, a continuación le aplicaron una fuente de radiación ultravioleta, mucho calor y una serie de descargas eléctricas simulando las condiciones a las que debería estar sometida esa mezcla. Lo único que apareció fueron pequeñas cadenas de aminoácidos, pero nada vivo. Los aminoácidos son la base en la que se asienta la vida ( o eso nos dicen ) pero no reúne ninguna de las cualidades necesarias para considerarlo como materia viva. Y así seguimos hasta ahora, una teoría que no puede demostrarse pero aun y así se mantiene como cierta.

            Lo que intento explicar es que, la ciencia, no tiene ninguna explicación para justificar la transformación de la materia muerta en materia viva, es más, ni siquiera comprende la muerte de la materia viva. Esto no lo digo por intentar desprestigiar a la ciencia, si no que lo cito para que nos demos cuenta de que, en la ecuación de la vida, todavía hay una variable que se nos escapa. Esa es la variable a la que se refieren todos los místicos antiguos y que hoy en día la física cuántica está demostrando que ellos tenían razón. A la ecuación de la vida le falta aplicar la consciencia. Nuestra consciencia es lo que nos da la vida y nuestra consciencia es la que nos mata. Eso es lo a lo que refería Hermes en el Kibalión al decir que todo es mental, el universo es mente. Eso es a lo que se refería Lao Tse en el Tao The King cuando dice que “de la no existencia proviene todo y de la existencia su utilidad”. A esto se refiere la física cuántica cuando dice que el experimentador influye en el experimento. A esto hace referencia nuestra innata espiritualidad. Somos consciencia experimentándose a si misma, aunque solo nos demos cuenta de manera inconsciente. Es en este punto en donde se entrecruzan nuestras creencias con las ciencias, lo mental con lo material, el Yo con el Ego, la muerte con la vida. 

            Esta serie de pensamientos encadenados nos lleva a plantearnos la siguiente pregunta: ¿ si la materia inerte,la muerte crea la vida, como lo hace ? Y otra cuestión no menos importante ¿ que es lo que muere si, en el fondo, siempre hemos sido materia inerte ?  Creo que estamos ante las grandes preguntas que nos pueden conducir a unas respuestas liberadoras, por más que nos cueste aceptarlas. Las conclusiones, no siempre estarán claras, ya que si nos crea la nada, el vacío, la inexistencia, entonces tendremos que replantearnos el arquetipo de lo que consideramos vida, o por lo menos lo que creamos que está vivo. Estamos entrando en el terreno de las creencias, de los dogmas, de los arquetipos, el reino de la ilusión materializada. Puede que tengamos miedo, por que no estamos acostumbrados a no tener nada bajo nuestros pies, o por lo menos a creer que lo que esta bajo nuestros zapatos es sólido. Nada es verdad ni nada es mentira, todo es del color del cristal por el que se mira. Vamos a ver como tenemos estos cristales.

            El ser humano, desde que adquirió esta condición, está diseñado para creer, o mejor dicho, el cerebro humano esta necesitado de creencias para sentirse seguro. Nuestro cerebro no esta diseñado para la evolución, esta diseñado para la supervivencia, lo que ocurre es que, si para garantizar nuestra pervivencia, es necesario generar unas creencias, pues nuestra mente las genera y nuestro  cerebro se las cree. Los controladores saben esto y lo utilizan en su beneficio para manipularnos y hacernos creer todo lo que ellos deseen sin que nos demos la más mínima cuenta.

            Siempre hemos necesitado creer. Creer que podemos anticipar lo venidero. Creer que podemos adelantarnos a las dificultades. Creer que hay esperanza. Creer que hay vida después de la vida. Todas estas creencias están en el génesis de todo tipo de culto, de cualquier tradición y detrás de todo tipo de religiones y de filosofías. Esta  necesidad de creer, también es el caldo de cultivo de toda sociedad organizada, ya que esta, se sustenta sobre la suposición de que, el/los que mandan, saben más que el resto de la población. También está detrás de la angustia existencial, de los miedos más profundos, de nuestras conductas cotidianas y colgada a nuestra espaldas, haciendo que cada día que vivimos, se convierta en una experiencia dolorosa. La creencia hace que, al menos en los creyentes, depositen sus esperanzas en algo que esta fuera de su alcance, pero que, haciendo las cosas y cumpliendo con los dogmas que les dicen los que “saben”, o los que “tienen la verdad” estos, les garanticen el pasaporte para una vida mejor. Pero, curiosamente, siempre nos han dicho que lo que tenemos que creer, es exterior, ajeno, no nos pertenece. Siempre hay un santo, una imagen o una persona a la que seguir, si queremos “la salvación”. Siempre hay una normas, unas reglas y unas conductas que cumplir, si queremos disfrutar de una mejor vida. Siempre son otros los que nos tienen que decir que hacer, pensar o donde ir para conseguir lo que anhelamos.

            El instinto de supervivencia, enteramente animal, ha sido suplantado por una necesidad de transcendencia, ya que, en lo más profundo de nuestra biología y en nuestra mente primitiva, el fin, siempre está presente. A diferencia de estos, el ser humano es consciente de su caducidad, por eso intenta perpetuarse a través del tiempo de la forma que sea, y una de ellas es la descendencia. Los controladores se han dado cuenta de que esta información inconsciente, puede ser manipulada, incluso controlada mediante las falsas esperanzas que nos ofrecen a través de los sistemas sociales, religiosos y educativos. Se han dado cuenta de que, controlando toda esta información desde la base, es decir, desde que nacemos, les garantiza una sumisión total de la población. Esta, no luchará ni se rebelará, ni siquiera se atreverá expresar ni la más mínima duda sobre lo que están recibiendo, ya que cree que, los que le dan esta información, saben mucho más  que ellos o están tocados por una serie de suerte misteriosa, concedida por una entidad muy superior, o simplemente tienen miedo, tanto que les paraliza hasta sus mentes. No osaran revelarse contra quien les ofrece la oportunidad de transcender, o al menos, de dejar un legado por el cual nos recuerden.

            La necesidad de transcendencia de nuestro ser, ha creado una fuerza tremenda, tanta que, hemos sido capaces de crear la sociedad y el sistema que tenemos actualmente. Este modelo ( matriz, que dirían otros ) tiene unos indeseables efectos secundarios que, paradójicamente, son la base de nuestros miedos. Creamos todo un sistema para que nos proporcione una  seguridad y acabamos devorados por los monstruos de nuestra mente. Ahí, en la manifestación de estos miedos, es donde entran en juego las religiones, las filosofías y todos los más variados cultos. Todos y cada uno de ellos, nos garantizan la “salvación” eterna, la continuidad de nuestra alma, espíritu, consciencia, mente, etc ( táchese lo que no proceda ) por los siglos de los siglos amen. Debido a no se que torcido proceso mental ( me imagino que es el mismo que nos lleva a pensar que esta matriz es la mejor ) hemos creído que estas creencias o ideologías son del todo inocuas. Las justificamos con frases como: no hacen mal a nadie, es solo una manera se pensar, la gente encuentra refugio en ellas y la pregunta más absurda que se nos podía ocurrir ¿ que me puede pasar ? Confiar nuestra mente a unas creencias que se justifican de una manera tan absurda, hace que sumemos otro error a los que ya acumulamos.

            Todos estos cultos y religiones, ya sean monoteístas, politeístas, agnósticas o ateas, no han hecho otra cosa que convertirnos en seres finitos, limitados, con un principio y con su fin. Siempre nos están diciendo que lo verdaderamente importante es el mundo de lo intangible, el alma o el espíritu, la moral y la ética, sus “verdades” y las “mentiras” de los otros, la salvación o la perdición. Pero lo que realmente les importa es el control de nuestras mentes y de nuestros bienes. ¿ Para que queremos cosas si lo importante es el alma ? ¿ Como queremos obtener la salvación si estamos condenados desde nuestro nacimiento por el pecado original ? Nacer culpables, es el summun  del control y de la manipulación, pero tiene su sentido dentro del contexto de los controladores, cuanta más culpa, más arrepentimiento y, ese arrepentimiento se puede expresar de muchas maneras, monetarias, físicas, sexuales, laborales, etc..... pero, son solo dos las modalidades más comunes de expresión de esta constricción.

            1ª modalidad: CON FE. La manera más barata a corto plazo pero la más cara al final, por que “solo” se nos exigirá como pago la entrega incondicional de nuestro cuerpo y posesiones, además de empeñar el lama como aval, vamos, como el diablo, pero sin cuernos ni rabo.

            2ªmodalidad: CON DINERO. La más cara a corto plazo, pero la más barata al final, por que “solo” se nos exigirá que entreguemos todas nuestras pertenencias o que hagamos importantes donaciones económicas al culto, de todas maneras no las vamos a necesitar en el otro mundo y, seguramente que ellos las necesitan ahora. Además, esta opción garantiza la atención personalizada y un trato de favor en el reino de los cielos.

            De cualquiera de estas modalidades, estos cultos, ( religiones oficiales incluidas ) se han aprovechado de nuestra inseguridad y de nuestros miedos para manipularnos, utilizando para ello todos los elementos que la sociedad les ha puesto en bandeja. Los impuestos, ( el diezmo ) las guerras, ( sobre todo santas ) las conductas socialmente aceptadas, pero la que más utilizan es la del escarnio público, ya sea para castigar o para glorificar. Nos ponen delante de nuestros ojos la vida, obra y milagros de los mártires y santos ( algunos simplemente copiados de otros cultos ) y nos dicen que ellos son el ejemplo a seguir, que todo lo que se aparte de su camino es pecado, herejía o simplemente obra del demonio. Aún hoy en día, estas técnicas de manipulación tan burdas, se siguen utilizando y con cierto éxito, sobre todo con personas o sociedades con un gran índice de analfabetismo. Se aprovechan, abusan de la ignorancia de la gente para obtener unos objetivos de control social, ademas de unos pingües beneficios. Todos estos cultos, con sus dogmas ( verdades incuestionables ) han hecho un daño terrible a la libertad y expresión de la consciencia, tanto individual, como colectiva, dando pie al establecimiento de una serie de necesidades, inseguridades y miedos que, solo ellos pueden solucionar. Su intermediación se ha tornado imprescindible para cualquier acto social, ya sea laico, civil, militar o simplemente familiar. Parece que necesitamos su intervención para conseguir un aval divino que asegure el buen desarrollo de cualquier acto cotidiano.

            Todos estos cultos, religiones, credos y filosofías solo tienen el poder y la “verdad” que nosotros queramos darles. Si alguien tiene alguna duda sobre la frase anterior, le insto a que someta a cualquiera de estos “desvaríos mentales” a un careo entre ellos. Podremos comprobar que, todas, sin ninguna excepción, dices exactamente lo mismo, solo que adaptado a sus intereses. Nos daremos cuenta de que lo que han montado es un gran negocio y no un servicio a los demás, han creado toda una red de dependencia de la que es muy difícil escapar.

            Todos estos manipuladores, “poseedores de la verdad absoluta”, tendrían que admitir la inconsistencia de sus afirmaciones, dejar de manipular a los individuos aprovechándose de su desconocimiento, parar esa espiral de dependencia social que han creado, dejar de creerse y hacernos creer que son los “representantes legales de DIOS en la tierra”. La palabra religión, proviene de la palabra latina religare, que significa “ volver a atar”. Es decir, la religión nos quiere atar, no salvar. Pero como ocurre muchas veces, confundimos “salvación” con “negocio redondo”.

            Hay una historieta ( digo historieta, por que la verdad que expresa, hace reír por su simplicidad) que dice lo siguiente: Estaba el señor cura de un pueblecito de las montañas paseando por la rivera de un riachuelo cercano a su iglesia, cuando de repente escucho unos quejidos de dolor provenientes de unos árboles cercanos. Intrigado y preocupado por esos lamentos, nuestro párroco, se acercó para descubrir el origen, y si podía la causa, de tanto sufrimiento. Allí recostado, sobre el tronco de un árbol, había un hombre que parecía herido. El cura se ofreció de inmediato a prestarle ayuda, le dijo: ¿que os ha pasado buen hombre ? Este, al saberse observado, respondió con agresividad, - ¡ no soy un buen hombre ! ¡ soy el demonio y estoy herido de muerte por la espada de dios !- Nuestro cura reaccionó casi por instinto y dio un salto hacía atrás que le apartó lo suficiente. Al grito de ¡ vade retro satanás ! adoptó una postura defensiva agarrando con fuerza una pequeña daga que tenia en la cintura. Se hizo un denso silencio, como si el vacío pesara una tonelada. El diablo no hacia nada, solo mantenía la mirada desafiante y orgullosa sobre el cura, mientras con la mano izquierda se tapaba la herida que le sangraba por el costado. La tensión se hacía evidente, inaguantable. Apretando la daga que tenia en la cintura, el cura exclamó: ¡ ahora mismo te daré el golpe de gracia y así cumpliré con la misión que todo hijo de dios tiene ! ¡ acabare contigo en este mismo instante ! No sin dificultad, empezó a dar pasos en dirección al demonio con la daga en su temblorosa mano. El diablo, no apartó la mirada ni un solo instante, pero su boca dibujaba una sonrisa socarrona, como la que tienen las personas que saben lo que va ha pasar. El cura seguía avanzando a pequeños pasos inseguros y dubitativos. Cuando estaba a una distancia muy corta, a la distancia de una daga, el diablo le susurro: ¡ que vas ha hacer insensato ! ¡ no ves que si me matas liberaras al hombre de sus miedos ! ¡ si el ser humano no tiene miedos, tu trabajo se acaba ! ¡ que salvación podrás ofrecer si no hay nadie que los lleve a la perdición ! ¡ además, si yo muero, también morirá dios, ya que no podemos existir el uno sin el otro !- Todo esto sonó como un mazazo dentro de la cabeza del cura. Se quedó petrificado, helado ante la evidente verdad que había escuchado. No sabía como reaccionar, así que se sentó en el suelo, al lado, pegadito al demonio, en total silencio. Pasó un buen rato hasta que el cura, sin decir nada, guardó la daga en su funda, agarró una pequeña bolsita de curas que llevaba a la cintura y, no sin temor comenzó a curar al demonio, ya que comprendió que para la propia existencia hacen falta las dos partes.  

            Hay unos miedos que tienen una base biológica, evolutiva, es decir, que tienen un origen en nuestro instinto de supervivencia. Miedo a los leones, a las arañas, a los lobos, a caerse, a cruzar un río, todos miedos creados a raíz de acontecimientos dramáticos que ponen, o ponían en peligro nuestra vida. Como decía mi abuela, aprendimos a base de tortas que, según ella, es la mejor manera para aprehender las lecciones que no da la vida. Pero, existen otros miedos, mas internos, sin una base experiencial, son los miedos mentales. Estos, son fruto de nuestra cultura, de las tradiciones, de la religión, incluso sociales. A diferencia de los miedos biológicos, los mentales, carecen de solución, por que su base es un pensamiento, la mayoría de las veces irreal, que desencadenan en nuestro cuerpo todos los procesos químicos y somáticos necesarios para contrarrestar la amenaza. Pero si esta amenaza no es real, ¿como nos defendemos de una idea negativa ? Si nos atacase un león, solo hay dos soluciones, que nos escapemos, ya sea espantando al león o huyendo de el, o que perezcamos en el ataque. De las dos maneras, la cosa no dura mucho y, el cuerpo, si sobrevivimos, podrá entrar en fase de recuperación y reparación de la energía gastada y de las heridas sufridas. Pero, cuando el agresor esta dentro de nuestra cabeza, ¿ cuando se acaba su ataque ? Nunca. Estaremos en un estado de alerta permanente, consumiendo unas energías que no tenemos y sufriendo un daño del que no somos conscientes.

            De este tipo de miedos sin solución, se aprovechan los controladores que, mediante una interpretación torticera de la realidad subjetiva de cada individuo, crean una manipulación cuya base son estos mismos miedos, para tejer una red en la cual estamos cayendo uno a uno. Nos hacen creer que fuera de sus teorías no hay salvación, o sea, nos ponen entre la espada y la pared. ¡ Si esto es ayudar, que baje dios y lo vea !

            Ya sea de la manera que sea, estos cultos y creencias, se han aprovechado, y se aprovechan de nuestros miedos, de nuestras angustias, para manipularnos, utilizando para ello todos los elementos que la sociedad les ha puesto en bandeja. Desde los impuestos ( el diezmo ) hasta la fuerza ( guerras santas ) han sido utilizado contra nosotros y todavía lo continúan haciendo. Todos estos cultos, con todos sus dogmas ( verdades incuestionables ) han, y están haciendo un daño increíble a la humanidad, pero sobre todo a las consciencias tanto individual como colectivas, explotando nuestros miedos con una supuesta solución que, casualmente, solo ellos pueden dar.

            La solución a nuestros miedos, pasa en un principio, por nuestra toma de consciencia de que no hay solución común o global, cada uno tiene que buscarse sus soluciones. Estos cultos tendrían que admitir la inconsistencia de sus afirmaciones, tendrían que parar esta espiral de dependencia que ellos mismos han creado, pero sobre todo, si quieren segur existiendo, tendrían que empezar a predicar con el ejemplo, ya que ellos, dudo mucho que se crean lo que dicen, y dejarse de erigirse ( o de decirnos que lo creamos ) en representantes legales de DIOS en la tierra. En su tiempo, existieron unos personajes que predicaban con el ejemplo, diciendo que no hay ningún intermediario válido entre Dios y nosotros, se llamaban a si mismos “gnósticos”, palabra derivada del griego “gnosis”, el conocimiento. Pero la creación de la iglesia católica y su papel como credo oficial del sacro imperio romano, supuso la eliminación de esta corriente de pensamiento y de todos sus seguidores. Triste final para los que abogaban por la libertad del ser humano, fuera de reglas, sin dogmas, sin caminos establecidos, pero sobre todo, sin etiquetar lo que esta bien ni lo que esta mal, sin juicios, sin cielos ni infiernos.

            Hay dos palabras en este mundo que, al escucharlas tendríamos que salir corriendo lo más lejos posible de quien las pronuncie. Estas palabras son dos, a saber: DIOS y AMOR. Por separado, dan bastante miedo, pero es que juntas dan un pánico atroz. Se ha usado su interpretación torticera tanto que, como las películas, todo parecido con su interpretación real es pura coincidencia. ¿ Como se puede adorar a un DIOS eternamente amoroso, cuando te están permanentemente amenazando con su cólera ? ¿ Como expresar AMOR hacia un DIOS vengativo ? ¿ Como puedo mostrar mi gratitud eterna hacia un DIOS que, después de toda una vida de sacrificios para seguir con sus preceptos y leyes, por un pequeño paso en falso sea condenado al sufrimiento sin fin en un mundo de dolor como lo es el infierno ? ¿ Como puedo creer en un DIOS que mata a los que no le complacen o que le contrarían ? Pero, si todos somos “hijos de DIOS” ¿ Por que hace esta discriminación entre los fieles y los infieles ?

            A mi, personalmente, siempre me ha gustado encontrar el origen de las cosas, así que, la historia de Moisés, me parece muy intrigante. Un personaje al que su madre abandona en un río, abocado a una muerte segura, de pronto es rescatado, no por una persona común que podía estar pescando o lavando ropa en ese río. No, a nuestro personaje lo rescata, nada más ni nada menos, que la mujer del Faraón de Egipto. Ahí es nada. Luego, amenaza al propio Faraón con castigos divinos si no lo deja ir a el y a su pueblo. Más adelante, su DIOS, mata a este Faraón y a casi todo su ejercito, para después, mantener al “pueblo elegido”bagando durante cuarenta años por el desierto en busca de una hipotética tierra prometida, la cual, al encontrarla, ese DIOS, manda arrasar a los habitantes que ahí se encontraran. Es más, le ordena a Moisés pasar por cuchillo a todo hombre mujer y niño que se encuentre por el camino y, para hacer más daño, manda matar a todos los animales domésticos que estos tuvieran. La verdad, creo que este no es un DIOS piadoso, como intentan maquillarlo. Creo sinceramente que es un verdadero asesino de masas, matando a diestro y siniestro, destruyendo todo aquello que no es de su agrado, como haría cualquier niño caprichoso y mal criado cuando no obtiene lo que desea. La verdad es que DIOS da bastante miedo.

            La parte que más me intriga de esta historia, es la de la montaña. Repasemos. Un personaje que sube una montaña, esta muchos días allí arriba, en la cima, hablando con una zarza ardiendo, que le dicta diez leyes de obligado cumplimiento y que después de presentarlas al pueblo, este decide creerle, hacerle caso y seguirle,  me parece una tomadura de pelo monumental. Si hoy en día ocurriera u hecho parecido, seguramente que llamaríamos al hospital psiquiátrico más cercano para preguntar si se les ha escapado un enfermo, o en su defecto, que vengan a buscar a uno que esta muy mal. Lo dicho, me parece una grandiosa tomadura de pelo. Pero no es algo que solo ocurra en las tres grandes religiones monoteístas, ( este ejemplo  es válido para los tres credos por que Moisés es el patriarca creador del credo original de la religión judaica ) también pasa en las grandes religiones y filosofías orientales como el taoísmo. En el, también se afirma que Lao Tse, su fundador, nació después de 80 años de embarazo de su madre ( virgen, por supuesto )y que vino a este mundo siendo un anciano. Lo que si que creo, es que tenemos bastantes argumentos para rodar una tragicomedia sin que falte ningún detalle y ademas, de larga duración, podríamos hacer una trilogía como la del Señor de los Anillos.

            Todos estos cultos, ya sean monoteístas, politeístas, orientalistas, animistas o contactistas ( estos últimos son los más divertidos ) pretenden intermediar entre lo terrenal y lo divino, erigirse en un puente hacia el “otro mundo”. Solo se nos pide, eso si, si queremos hacernos sus adeptos, una obediencia absoluta, una entrega completa y exclusiva y un odio irracional hacia los demás cultos por la sencilla razón que no pueden haber dos verdades. Así que, si nosotros tenemos la verdad, los otros están totalmente equivocados y por ese error, se convierten en infieles. ¿ Infieles ? ¿ A quien ? La pregunta lógica es: si yo pienso esto de los demás cultos, ¿ ellos pensaran lo mismo de mi credo ? No, simplemente creo que ellos están equivocados pero no lo admiten ya que son un negocio saca dineros y si dijesen la verdad, se les acababa el chollo. La verdad es que hay que estar un poco ciego para pensar de esta manera, pero he de reconocer que, desgraciadamente conozco muchos casos de ceguera incuestionable e inoperable, sin cura vamos.

            Dejando la ironía al margen, este odio al “infiel”, ha causado más muertes que todas las guerras juntas, incluyendo las santas. Y esto es así por que solo somos conscientes de los muertos durante un conflicto bélico determinado y en un periodo concreto de tiempo, pero en tiempos de paz, hay un goteo ininterrumpido de “asesinatos de fe” que, si los contabilizamos, la cifra que nos da es mucho mayor. Cuando alguien o algo ( gobiernos, credos, sociedades y/o culturas ) se creen en posesión de la verdad absoluta, se transforman en una especie de dictaduras del pensamiento único, ya sean estas militares, religiosas, o la que más miedo da, democráticas. En nombre de la democracia, nos creemos con derecho a bombardear y a atacar a cualquier país para que aprendan que es el sufragio universal. La democracia se ha convertido en un DIOS tiránico, represivo y vengativo con el cual es imposible dialogar, ya que todo lo que ponga en tela de juicio sus verdades, será tachado de anti democrático y convenientemente represaliado. Decía Goethe que: nadie está más esclavizado que aquellos que se creen falsamente libres. ¡¡ Que bonita definición de democracia !!

            Como vengo diciendo desde hace mucho, la interpretación de DIOS, si existe, tiene y es personal, única e intransferible, por la sencilla razón de que cada uno de nosotros tenemos una visión propia independiente de lo que es esta realidad y de todo lo que la rodea. El pensamiento único, es más común en insectos o en animales gregarios, no en el ser humano, sin desmerecer nuestros orígenes evolutivos. Cuando eramos semi humanos,  todo nuestro mundo giraba al rededor de instintos primarios como el de la supervivencia, la alimentación y la reproducción. Hoy en día, siendo humanos completos, todavía nos seguimos comportando como antes. No razonamos, reaccionamos automáticamente, sin pensar, demostrando que esos instintos primarios están muy presentes en nuestra realidad cotidiana. Seguimos pensando como nos lo marcan nuestros líderes, ya sean de la categoría que sean, demostrando que continuamos bajo el control del jefe de la manada. No importa si lo que me dicen es correcto o no, o simplemente si es justo, no nos lo planteamos, como lo dicen ellos, que tienen toda la autoridad que nosotros les hemos dado, nos lo creemos a pies juntillas.

            Como dicen que hay un DIOS único para todos y que ha dado una serie de preceptos de obligado cumplimiento, no nos cuestionamos nada, y cumplimos con nuestro cometido cual abeja obrera de un panal. Pero, ¿ quien nos garantiza que lo que están diciendo estos líderes es lo que dice DIOS o simplemente es justo o correcto ? ¿ Por que no puede existir un dios individual para cada uno de nosotros, que nazca, que viva y que muera con nosotros ? Un dios personal que no seria diferente a nosotros, interno, intimo y muy implicado en nuestra existencia, representaría un serio ataque a todo el orden establecido. ¿ Por que ? Por la sencilla razón de que seriamos independientes, tendríamos un pensamiento personal que entraría en conflicto con esas verdades que siempre nos han dicho que son únicas. Cuestionaríamos todo lo que nos dicen, estaríamos abiertos a una evolución del pensamiento, de nuestra mente y pensamiento, en definitiva, dioses evolucionando e interactuando con otros dioses. Nadie seria superior a nadie, ni mejor, pero tampoco seria inferior ni peor, por que cada uno seria único en su especie. Parece muy idílico ¿ verdad ? Un mundo sin violencia, sin dolor, sin sufrimiento, un mundo en comunión  los unos con otros, por que si todos somos dioses, todos tenemos todo el poder y todo el conocimiento, un mundo sin diferencias. Parece paradójico que un mundo lleno de individualidades, de como fruto, un mundo unido y en perfecta sincronía. Por mucho que dudemos o que ataquen esta idea, estoy seguro de que eso es lo que ocurriría.

            Este nuevo mundo que, por ahora, solo existe en mis sueños e ilusiones, sera real, tarde o temprano, lo queramos o no, por que es la única posibilidad que tiene el ser humano de sobrevivir como especie. Un sistema de economía de mercado que alimenta a egos embriagados de si mismos, no tiene futuro, por la sencilla razón de que son egos depredadores. Y.... ¿ que es lo que le pasa a los depredadores cuando sus presas se acaban ? Pues que termina por extinguirse como sus presas. Cuando no tengamos que comer, cuando no podamos respirar, cuando estemos viviendo entre nuestros propios desperdicios, entonces nos preguntaremos donde perdimos el sentido común, donde dejamos nuestra consciencia, donde perdimos nuestra humanidad. Puedo imaginarme la triste existencia de el último ser humano sobre esta tierra, vagando tras los pocos alimentos que pueda encontrar, defendiéndose de las agresiones a la que otras especies dominantes le sometan, intentando sobrevivir sin ningún futuro. Seamos realistas, la defensa de nuestro entorno y de la buena relación entre todos los seres humanos, no es para salvar el planeta, es para salvarnos a nosotros mismos. En la tierra siempre ha habido extinciones de seres vivos, incluso de la casi desaparición de la vida sobre este planeta, pero la tierra, siempre a seguido ahí, lo que va cambiando es la especie dominante. No olvidemos que los dinosaurios dominaron loa faz de la tierra durante sesenta y cinco millones de años, y también se extinguieron, ¿ que es lo que nos hace pensar que a nosotros no nos va ha pasar ? Intentaré explicar en que se basa esta especie de ceguera en la que estamos inmersos.

            Nuestro cerebro, esa máquina tan compleja que nos gobierna, ese cerebro, nos engaña, nos tima, nos miente constantemente, pero ¿ como lo hace ? Cuando el cerebro recibe una señal de cualquiera de nuestro órganos sensitivos, la compara con toda la información que tiene almacenada en si base de datos llamada memoria. Si algún dato no se corresponde con nada de lo que tiene almacenado, simplemente se lo inventa. Es decir, el cerebro, solo es capaz de interpretar todo aquello de lo que tiene datos, todo lo nuevo, lo ignorado, lo que no tiene base memórica, es simplemente ignorado, no interpretado o, en su defecto, reinterpretado según perciba el cerebro su grado de utilidad en nuestra supervivencia. Nada más. Solo vemos lo que estamos programados para ver. Solo oímos lo que estamos capacitados para oír. Solo tocamos lo que conocemos. Solo olemos y degustamos lo que nos han enseñados. A este extraño comportamiento se le denomina memoria comparativa y, es ten importante que, esta actuando constantemente, los 365 días del año durante las 24 horas del día, actúa, incluso durante nuestros sueños.

            La pregunta consecuente, después de estos datos es: ¿ como podemos saber si lo que estamos percibiendo es el mundo real o simplemente lo que nos han dicho que es real ? La única respuesta que sé, es la de la meditación. Por que, la meditación, hace que nuestra mente deje de comparar todo lo que sentimos y deja la percepción abierta a la experiencia de lo autentico, sin programaciones, sin arquetipos, sin memoria comparativa, solo la realidad en toda su extensión. Callar nuestra memoria, eso es tarea difícil, por que estamos más condicionados hacia el borreguismo que hacia el pensamiento independiente. Mientras no seamos capaces de controlar este cerebro que, solo esta diseñado para la supervivencia, siempre estaremos en manos y a merced de los que se creen en posesión de la verdad y que además la imponen a la fuerza. Carl Guftaf Jung, decía que, la gente podrá hacer lo que sea, no importa cuan absurdo sea, con tal de no enfrentarse a si mismos.

            Somos capaces de admitir y aceptar que otra persona o institución tengan la particularidad de saber lo que es “verdad”, pero somos incapaces de creer que, nosotros, también tengamos esa particularidad. Siempre estamos justificando a esos mandatarios o personas con poder, por que consideramos que, ellos, lo hacen por el bien común. Incluso disculpamos sus errores y fallos, aunque estos hayan producido muchas muertes y sufrimiento. Nunca nos hemos planteado que para nuestro bien como individuos independientes, solo nos vale nuestras verdades personales y nuestros dioses personales, a cada uno el suyo. La libertad, sobre todo la mental, nos da muchísimo miedo. Pero, debemos darnos cuenta de que, lo que verdaderamente nos aterra son las consecuencias derivadas de nuestras acciones libres, no la libertad en si. Preferimos que otros asuman la responsabilidad de nuestras acciones, para así, hacerles responsables y que paguen por la mala gestión de nuestras vidas. La democracia, se basa en este principio. Damos nuestro voto ( vendemos nuestra libertad ) al candidato que más cosas nos prometa y si no cumple con ellas, en las próximas elecciones votaremos a su contrario. Somos así de simples por que nunca nos hemos tomado la molestia de pensar por nosotros mismos. Siempre estamos haciendo lo cómodo en lugar de lo correcto.

            Tenemos por costumbre, dejar en manos ajenas el cuidado de nuestra salud ( médicos ), el cuidado de nuestra manutención ( trabajo ), el cuidado de nuestra alma ( clérigos ) y el cuidado de todo lo que creemos no controlar ( psicólogos, farmacéuticos, economistas y políticos ), en vez de ejercer el derecho y el deber que adquirí en el mismo momento de mi nacimiento, el de ser el capitán de mi vida. Esto, exige un grado de compromiso y de responsabilidad que pocos estamos dispuestos a asumir. La aceptación de las consecuencias de nuestros errores es un síntoma de madurez, tanto mental como espiritual. Decía un célebre sociólogo llamado Arno Gruen que, si la gente basa su identidad desde una autoridad exterior, a si mismos, la libertad, provoca ansiedad, entonces, quien la siente, tiene que adoptar el papel de víctima, para justificar su violencia sobre los demás.  Perfecto para definir el estado social en el cual nos encontramos sumergidos actualmente.

            Debemos recuperar el timón de nuestra vida, nuestro derecho personal a decidir, y sobre todo tenemos que perder el miedo a equivocarnos. Mientras sigamos considerando a la muerte como el castigo supremo a nuestros errores, a nuestra conducta “antisocial”, seguiremos temiéndola y rechazándola, mientras no seamos capaces de darnos cuenta de que, la vida y la muerte, no son otra cosa que las dos caras de la misma moneda, antagonistas, pero complementarias, no se podría entender la una sin la otra, con lo cual se convierten en hermanas inseparables, cuando comprendamos que la muerte no es más que una de las fases de la vida, entonce, y solo entonces, seremos libres definitivamente, y lo más importante, alcanzaremos la inmortalidad.

            Lo que para el gusano es la muerte, para nosotros se llama mariposa.

         No somos solo la materia que nos compone, que es temporal, no en su existencia, sino en su coherencia. Somos la consciencia que da forma a nuestro cuerpo. Somos eternos por la sencilla razón de que, los átomos que nos crean, no se destruyen y las células madres que nos dieron esta forma, no mueren nunca. Lo más triste de esto, es que solo nos daremos cuenta de esta realidad, cuando alguien o algo nos “estimule” con la amenaza de una extinción de nuestra especie. Parece ser que tenemos cierta vagancia a la hora de admitir nuevos conceptos o ideas, además de un regustillo masoquista que nos hace preferir el dolor a la libertad.

            La idea de creer en nosotros, en nuestras capacidades, es lo que más difícil tenemos, por dos razones fundamentales. La primera, es que nunca me han enseñado a explorar y explotar esas cualidades inherente a la condición humana. La segunda es que nos han programado para creer que lo que esta fuera de nosotros es más importante que lo que tenemos dentro. Tenemos el gran poder de modificar la realidad, pero no haciendo “fuerza” hacia afuera, sino que dirigiendo esa energía hasta lo más profundo de nuestro interior, haciendo que esta maravillosa máquina que pilotamos, comience a activar todos esos procesos biológicos y químicos que harán realidad ese cambio. Lo que si que hacemos es una cosa muy curiosa consistente en obsesionarnos con ideas o pensamientos negativos como, por ejemplo: me voy a caer. Pues bien si repetimos esta pequeña idea constantemente, seguramente nos acabaremos cayendo, esto en psicología se llama la “profecía auto-cumplida”. Este tipo de pensamiento dañino, si que lo dirigimos hacia adentro, pero cuando le cambiamos el sentido, es decir tenemos un pensamiento positivo, curiosamente le cambiamos el vector de fuerza de dentro a fuera. Los pensamientos positivos, constructivos, solemos proyectarlos hacia el exterior, que es algo sobre lo que creemos que no tenemos ningún control, con lo cual, no conseguimos resultados. Acabamos por aburrirnos o por decirnos que es una tontería y desistimos, abandonamos su realización. Si, este tipo de pensamiento positivo, del tipo “soy feliz”, o “estoy muy bien”, los dirigiésemos hacia nuestro interior, hacia nuestra mente, estoy convencido, estoy seguro, que conseguiríamos todo aquello que nos propusiéramos, incluso la modificación de nuestras circunstancias exteriores. Parece mentira, pero creemos que podemos atraer la desgracia pero no tenemos fe en atraer la fortuna. Definitivamente, somos masoquistas.

            Esta falta de seguridad o de fe en nosotros mismos para modificar nuestras vidas y retomar el control de las mismas, hace que nos transformemos en seres perfectamente manipulables, adiestrables, domesticables, y todo por una idea falsa de seguridad. Esa falsa idea que nos venden como real, pero que se derrumba bajo el más mínimo análisis objetivo, esa falsa esperanza de que las cosas cambian sin ningún control por mi parte, ese falso arquetipo que nos dice que no somos más que un accidente biológico temporal, pues, esa mentira esta basada en nuestro miedo. Refiriéndonos a nuestro miedo, seguimos enfocando hacia adentro, pero las personas con más miedo y más terror que existen en este mundo, ( aunque no lo parezca ) son precisamente nuestros líderes, los que nos controlan. Si no tuvieran miedo, no les haría falta escoltas, policías ni ejércitos. Tampoco tendrían la necesidad de controlarnos constantemente, utilizando los tres elementos coercitivos anteriores contra nosotros. Ellos, nos tienen más miedo a nosotros que a todos los enemigos exteriores, por que saben que, su autoridad, es real por que se la estamos dando nosotros,ellos no se la han ganado. Por ese motivo tienen la imperiosa necesidad de enfocar nuestra atención hacia afuera, creando guerras, crisis, penurias, problemas y un sin fin de objetivos con los cuales mantenernos distraídos.

            Actualmente, estamos inmersos en una de las peores crisis económicas que han padecido nuestro sistema, si no en la peor, pero esta crisis no tiene su origen en la economía, aunque muchos”expertos” digan que si, esta crisis es una situación dual. Es una bifurcación de caminos, es decir, de nuestra elección depende que salgamos reforzados y vacunados o que nos extingamos. Quizás se piense que lo de la extinción es un poco exagerado, pero, ¿ alguien sabe cual es la mejor solución para salir de una crisis de este calibre sin tener que reformar el sistema en profundidad ? Una guerra mundial. Si miramos la historia, estamos en la misma situación que se daba en los años previos a las dos grandes guerras, pero la diferencia entre estos dos conflictos y el que se avecina es que, ahora, no tenemos esa humanidad que creó los códigos de conducta de los combatientes. Hoy nos gobierna el egoísmo, la codicia, la venganza y la rabia. Si no me creen, solo tienen que informarse de lo que esta pasando en todos los países árabes y sus “primaveras revolucionarias”. Están llevando hasta el sadismo lo que el bando vencedor denomina justicia. Nos hemos convertido en depredadores de nosotros mismos. Lo que hoy en día mueve a los ejércitos, no es la defensa del débil o la lucha por la libertad, lo que mueve a los ejércitos es la codicia, la rapiña y el interés comercial. La ONU y la OTAN se han transformado en un grupo de mercenarios al servicio de interese económicos que ni siquiera son democráticos. Vivimos en una dictadura monetaria en la que tu libertad y tu valía se mide por la cantidad de dinero que tengas. ¡¡ PIENSAN OBTENER BENEFICIOS ECONOMICOS DE LA DESTRUCCIÓN DEL SER HUMANO !!

            Como venia diciendo, nos hemos transformado en depredadores de nosotros mismos. El sistema y los que nos controlan, saben que nuestra tierra, tiene uno recursos naturales limitados, así que nos manipulan haciéndonos responsables y culpables de el derroche de estos recursos. Hacen que sintamos culpa por conducir un coche que contamina más que los demás, hacen que nos sintamos culpables y avergonzados por no separar los residuos para su reciclaje, hacen que nos sintamos despreciables por consumir productos de un solo uso, ¡¡PERO SI TODO ESTE SISTEMA LO CREARON ELLOS POR SUS PROPIOS INTERESES!! ¿ QUE DERECHO TIENE A ECHARME LA CULPA CUANDO NO ME DEJERON OTRA OPCCIÓN ? Este sistema se basa en el consumo, en el “usar y tirar”, en unidosis de todo, ¿ COMO TIENE LA DESFACHATEZ DE HACERNOS RESPONSABLES DEL DESASTRE QUE ELLOS HAN CREADO ? Incluso han convertido la era de la comunicación en el tiempo del aislamiento social. Actúan pensando en el futuro como si de un producto comercial se tratase. Pero, objetivamente, no podemos culparles, si queremos encontrar al verdadero culpable, solo tenemos que mirarnos al espejo. Su poder reside en nuestra desidia. Ellos se sienten ungidos con la sangre que se vierte por nuestra falta total de consciencia de especie, por eso nos menosprecian, por eso nos ignoran. Solo nos prestan atención una vez cada cuatro años por que necesitan nuestro consentimiento en forma de papeleta introducida en una urna y así creernos que tenemos la libertad de elección. Vivimos en un enorme engaño, urdido por las mentes más codiciosas y depravadas del planeta.

            Tenemos que recuperar esa consciencia de especie, la que nos dice que, para que yo este bien, cualquier persona, en cualquier parte del mundo, también tiene que estar bien, que para que mi hijo no pase necesidades, ningún hijo de nadie, tiene que pasarlas, que para que yo tenga futuro, tengo que garantizarle ese mismo futuro a todos los demás seres de este planeta, y no solo a los seres humanos. Si no lo hacemos así, las leyes naturales entraran en acción y eliminaran a la especie que se ha convertido en una plaga para el planeta. La ecología no es más que una lucha desesperada por nuestra supervivencia. Pues, este sistema, también a transformado al ecologismo en un producto comercial para el consumo de las masas descerebradas.

            Este ecologismo de mercado, este “ser verde”, esta manera de pensar, no esta destinada a salvar a determinadas especies que están en vías de extinción, esta dirigida a rentabilizar  al máximo los beneficios producidos por la culpa que arrojan sobre nuestras espaldas. Hay un dato que puede que se nos pase de largo, pero que da la razón a los que desconfiamos de este tipo de movimientos. Hoy en día todo lo que es “verde”, “bío”, “ecológico”, “solidario”,“reciclable” y “sostenible”, vende mucho, además de ser más caro, proporciona una “tranquilidad de consciencia” que sirve para descargar nuestra culpa. Damos un donativo a los pobrecitos hambrientos de África que, aparte de degravarme impuestos, me quita la sensación de culpabilidad y encima, me hace tener una imagen de persona de consciencia, consecuente con sus congéneres y con su entorno. Pues bien, cuando hacemos esto, estamos dejando de mirar, estamos cerrando los ojos a la realidad, pero ¿ cual es esta realidad ? La realidad es que este sistema, para permitirme vivir con un montón de cosas inútiles que, a lo sumo hacen que me distraiga más, ha de generar carencias en otras partes. O sea, el hambre y la violencia que pasan en África, es consecuencia directa de mi estilo de vida. Para que yo pueda tener un móvil de última generación, con un sin fin de aplicaciones, he de condenar a la esclavitud a miles de niños que son explotados en las minas de coltan ( material necesario para la fabricación de móviles y ordenadores ), para que nosotros disfrutemos de ropa de primeras marcas, exclusivas, únicas, han de ser explotadas hasta la extenuación otras personas que cortarán y coserán ese vestido en jornadas laborales de hasta 16 horas por un mísero salario al día, y eso, cuando les pagan.

            A veces, abrir los ojos a la realidad, no a esa que nos venden, si no a esa que podemos ver por nosotros mismos, duele. Tenemos que ser realistas y admitir que, este mundo, tal y como esta establecido hoy en día, no tiene futuro. Mi abuela decía que las mentiras tienen las patas muy cortas, Wisntong Churchill decía que: se puede mentir a poca gente durante mucho tiempo o a mucha gente durante poco tiempo, pero no se puede mentir a todo el mundo durante todo el tiempo. ¿ Saben que la población que disfrutamos de todos los “placeres” de una sociedad “civilizada” no representa más que el 20% de la población mundial ? Nos están mintiendo, y esta mentira dura ya demasiado tiempo. ¿ Cuanto tiempo más vamos a seguir consintiendo esto ? ¿ Seguiremos cerrando los ojos o mirando hacia otro lado cuando nos sumergimos en el consumismo ?

            Mirar hacia otro lado o cerrar los ojos, lo malo que tiene es que no ves venir la ostia que te vas a dar, y ese batacazo esta a punto de rompernos la cara y el alma. El sufrimiento, tanto el propio como el ajeno es un tipo energía que se esta acumulando por doquier, y en algunos sitios, ya esta alcanzando niveles críticos. Siempre vemos por televisión esas revoluciones, masacres y/o catástrofes naturales que ocurren continuamente en otras partes del mundo, y pensamos que eso, no nos pasará a nosotros por que estamos más civilizados e inconscientemente pensamos que somos mejores. Les responsabilizamos de sus males, ya sea por su falta de cultura, carencia de ética y moral ( dos cosas que siempre me han dado mucha risa )  o simplemente por su mentalidad. No razonamos y, consecuentemente, nos limitamos a repetir la versión oficial de los hechos. ¡¡ PERO QUE CIEGOS ESTAMOS !! Nuestra ceguera no nos deja ver el conjunto. Vivimos toda la humanidad en un solo planeta, y si una parte de este tiembla, ya sea por terremotos, huracanes, maremotos o por baños de sangre, tarde o temprano, ese temblor nos acabará atrapando, entonces podremos comprobar toda nuestra educación, cultura y grado de civilización que tenemos.

            El día que tiemble todo nuestra civilización, nos daremos cuenta de que todos esos prejuicios que lanzamos contra los habitantes de ese mal llamado tercer mundo,  se materializan como por arte de magia en nuestra propias carnes. La desesperación y el hambre no conocen la ética ni la moral, y así es como un ser humano se transforma en una bestia. Por muy humanos que nos sintamos, el instinto de supervivencia es más fuerte y nos domina. Esas imágenes televisivas que vemos de gente peleando por una ración de comida repartida desde un camión desvencijado por unos hombres que se creen dioses, podríamos llegar a verlas en este “primer mundo”. Lo único que nos separa de los demás seres humanos son las circunstancias, y estas, cambian a cada instante, que nos toque padecerlas o no, es solo cuestión de tiempo.

            Cuando los controladores vean que un terremoto, un huracán o una revolución furiosa derriba sus palacios, destroza sus propiedades y arremete contra los suyos, ¿ que van ha hacer ? ¿ mandaran a sus ejércitos a luchar contra un terremoto ? ¿ acusaran a un huracán de desordenes públicos ? ¿ cargaran los bancos los “gastos de gestión” a una revolución ? Cuando aprendamos que el dinero no se come, entonces podremos tener un futuro, mientras tanto, seguiremos sufriendo. Este dato, el del dinero incomestible, ya nos lo dieron otras revoluciones, y cataclismos anteriores, pero como estamos distraídos, no les hicimos mucho caso, a lo sumo cuatro locos mal contados que no hacen otra cosa que decir disparates sobre el fin del mundo y demás desvaríos. En este preciso instante lanzo una pregunta al aire, así a lo tonto, como el que no quiere la cosa: ¿ que estaban haciendo o pensando los dinosaurios el día anterior al inicio de su extinción ? Pues seguro que lo mismo que nosotros, mirar la tele y jugar a la consola. Ya se sabe, lo que no sale por la tele no existe, así que los dinosaurios, no creyeron que podían tener un fin, ¿ como iban a tenerlo si llevaban unos 65 millones de años existiendo ? Eso, sencillamente resultaba imposible. Bueno, pues la historia ha demostrado que no importa el tiempo que estés aquí, todo tiene un principio y un fin, ya sean vidas individuales, especies animales o toda una civilización entera, si llegó tu momento, no hay nada que hacer. No me gusta ser tan funesto, así que dejaré otra pregunta en el aire ¿ seguro que no hay nada que hacer ?

            Los que nos gobiernan se han encargado de que no oigamos los susurros de la historia por que va contra sus intereses. El fin de la civilización no es nada nuevo, ya ha pasado en otras ocasiones, incluso con civilizaciones con un alto grado de desarrollo tecnológico, y este es un aviso al que estamos haciendo oídos sordos. Preferimos el sonidillo que hacen los billetes al ser contados.

            Hay una vieja historia india que les voy a relatar, me parece muy interesante para que podamos ver un poco cual puede ser la solución a nuestra ceguera.

            Esta es una fábula sobre una tribu india en mitad de el oeste americano. La tribu siempre estaba en movimiento, excepto cuando la caza era abundante en una zona y decidían quedarse por un periodo de tiempo más prolongado. Todas las decisiones eran tomadas en consenso por todos los miembros de la tribu, pero cuando había una decisión de vital importancia o que simplemente no se ponían de acuerdo entre ellos, acudían al sabio consejo del chaman del poblado. Este chaman, siempre se había mantenido al margen de los asuntos cotidianos de la tribu, pues prefería no actuar en acontecimientos mundanos y centrarse en lo que el consideraba las cosas importantes, tales como leer los augurios que se le mostraban, curar a los enfermos y rogar a los espíritus por el bien de su poblado. El resto del tiempo lo pasaba observando, sin juicios, sin pensamientos, sencillamente colocaba su mente en un estado de percepción libre de todo condicionamiento y, desde allí, miraba su mundo y todo lo que en el acontecía. Ocurrió que un día cualquiera, en una partida de caza, tuvieron un encontronazo con otra tribu, trayendo como consecuencia, la muerte de dos personas, uno por tribu. Cuando llegaron a su poblado, convocaron una reunión para relatar lo que les había pasado y las decisiones que debían adoptar a su respecto. Mientras estaban reunidos, la otra tribu atacó. Después de la sorpresa y del susto inicial, se dispusieron para repeler el ataque, pero ya era demasiado tarde, todos los caballos habían sido robados. El abatimiento se cernió sobre el pueblo,¿ como podían haber caído en la trampa de la distracción y no darse cuenta de que estaban siendo asaltados por meros ladrones de caballos ? No podían creerse que hubieran sido tan ciegos. Tenia que haber alguien que lo hubiese visto todo, tenis que haber un testigo. Y claro que lo había, el chaman, así que acudieron a el para tener su sabio consejo.

            Una vez que estaban todos frente al chaman, el jefe del poblado le preguntó:
            -Ya debes saber lo que ha pasado, ¿ que debemos hacer ? ¿ les atacamos ? ¿ no hacemos nada? Esperamos tus sabias palabras.

            El chaman se incorporó y con voz profunda dijo:
            -Lo que a ocurrido hoy, no tiene una solución fácil. Si atacamos, lo único que conseguiremos es perpetuar la violencia. Si no atacamos, corremos el riesgo de que nos pierdan el respeto y se piensen que siempre que quieran pueden venir a quitarnos lo que es nuestro. La respuesta no es fácil, necesito retirarme a meditar una solución.

            Dicho esto, el chaman penetró en su tienda y se sentó en el centro de esta para dejar libre la mente y así no entorpecer las señales que la vida o los espíritus le mandaban. Todos en el pueblo sabían que, cuando el chaman se retiraba a meditar, estaría durante mucho tiempo, así que estos, permanecieron al rededor de su tienda, como si de un corro se tratase. También sabían que el chaman no comería ni bebería durante su retiro, así que no pasaría mucho tiempo hasta que saliese con su respuesta, por que el hambre y la sed, no entienden de señales.

            Paso el resto del día encerrado, llegó el día siguiente y el chaman todavía no dio señales de haber llegado a una solución. Ese día también paso. Y otro más. Cuatro días llevaba el chaman sin dar ningún tipo de señal y empezaron a preocuparse. Alguien dijo que no era la primera vez que se tardaba tanto tiempo en la toma de decisiones, que ya había pasado en otra ocasión. Esto les tranquilizó, y continuaron aguardando la respuesta al rededor de la tienda. Paso una semana, y otra más. La gente empezaba a tener ciertas dudas sobre la vitalidad del chaman y le expresaron su temor al jefe de la tribu. Un portavoz se acerco al jefe y le dijo:

            -¿No crees que el chaman esta tardando mucho ? A ver si le ha pasado algo y no nos hemos dado cuenta.
            -Esta bien, entrare en la tienda, aunque sabes que no le gusta ser interrumpido durante sus retiros. Respondió el jefe, y acto seguido entró en la choza.
            -Gran chaman- dijo- nos tienes preocupados, hace tres semanas que no comes ni bebes, y el pueblo teme por ti.
            -Estoy bien, solo ocurre que es una decisión que no hay que tomarla a la ligera. Respondió el chaman.
            -Pero el pueblo quiere saber una solución ya, están cansados de esperar. Dijo el jefe.
            El chaman interrumpió su meditación y le dijo al impaciente jefe:
            -Mira, dentro de mi cabeza hay dos perros luchando, uno es el de la guerra y el otro es el de la paz y hasta que uno de los dos no gane, yo no le daré una respuesta a la gente.
            -¿Y quien va ganando ? Dijo el jefe con los ojos abiertos como platos, sorprendido por la respuesta del chaman.
            -Ninguno. Contesto.
            -¿Ninguno ? ¿ Y eso como es posible ?
            -Por que los dos tienen las mismas fuerzas.
            -¿ De donde sacan sus fuerzas ?
            -La sacan de su alimentación.
            -¿ Y quien los alimenta ?
            -Yo soy responsable.

            Dicho esto el chaman se sumió de nuevo en su estado de trance y mentalmente se alejó del mundanal ruido, no podía entretenerse con las dudas humanas, tenia que decidir el futuro de dos tribus y muchas vidas estaban en sus manos.

            Esta historia siempre me ha hecho pensar sobre la verdadera importancia de nuestras decisiones y las consecuencias que de ellas se derivan. Estas decisiones, casi siempre las tomamos de manera automática, inconscientes. Hacemos lo que se supone que tenemos que hacer, o lo más indicado en ese momento. ¿ Indicado ? ¿ por quien ? Pues por todos esos arquetipos y programas de respuesta condicionada que tenemos grabados en nuestro interior.  Este tipo de comportamiento me hace recordar a los célebres perros de Pávlov, siempre condicionados en sus respuestas, aunque ellos no fueran conscientes, lo que desde su punto de vista los convertía en victimas inocentes de las consecuencias de sus decisiones. La toma de decisiones, siempre genera una consecuencia, es una de las leyes del universo, toda acción provoca una reacción de igual fuerza pero de sentido contrario. Da igual que esta decisión se tome de manera consciente o de manera automática, acabaremos sufriendo sus consecuencias.

            El verdadero drama de esta situación, es que casi todas estas decisiones importantes, las tomamos inconscientemente, dejando que los arquetipos asuman el control de nuestras vidas. Entonces, cuando sufrimos sus consecuencias, adoptamos el papel de víctima, así  podemos despertar la compasión en los demás y podemos dar salida a nuestra frustración, en forma de violencia hacia los que nos intentan ayudar. Es el típico rol del victimismo. Nos vemos como figurantes en una obra de teatro, en la cual estamos inmersos y no sabemos nada del guión, aparte de no tener ninguna frase que decir, no somos más que parte del decorado de la obra, sin derecho a nada. El único consuelo que nos dejan estos arquetipos, es el del “mal de muchos”, pero ignoramos la segunda parte del refrán, “consuelo de tontos”. Si muchos padecen las mismas desgracias que yo, encontramos consuelo compartiendo nuestro dolor en “terapias de grupo” que, lo único que consiguen, es reforzar este papel de víctima arropados por todos los que “comprenden” mi dolor. Nos vemos como “poca cosa” y en eso nos convertimos. Pero, ¿ desde cuando somos “poca cosa” ?

            Esta visión de nosotros mismos, no es por casualidad, no, es producida por todo un bagaje educacional y socio-religioso que no nos permite ver más allá de nuestras narices. Y no es que ese más allá sea del todo imposible de alcanzar, o al menos de vislumbrar, no, es que, simplemente, no nos han enseñado a levantar la mirada y ver que es lo que hay más allá de nuestras narices. Este tipo de comportamiento, lo aprehendimos hace mucho tiempo, quizás ya estábamos siendo condicionados antes de nuestro nacimiento, no lo se. De lo que si que estoy seguro es que, este sistema, lleva mucho tiempo ejerciendo el control sobre todo lo que cae en sus manos. Ya lo hizo con movimientos contra-culturales como los Hippies en los años 60 del pasado siglo. Y lo llevo a cabo de una manera sigilosa, sin que nos demos cuenta, mostrándonos una ilusión por un lado y, mientras tanto, iba trabajando por el otro. Esto es fácil de ver, cuando se tiene el valor pararse y mirar. Seguramente que, en la memoria de muchos, están impresas esas imágenes de conciertos multitudinarios y de las cargas policiales para despejar las calles de estos “vagabundos” ( hoy se les llama perro-flautas ) pero de lo que no nos dimos cuenta es de que, este sistema, fue absorbiendo la energía de esta tendencia hasta convertirla en mercancía de consumo, simplemente lo puso de moda y todo tipo de creatividad y de visión alternativa se fue diluyendo con el paso del tiempo hasta transformarse en lo que hoy es, un conjunto de personas desfasadas, antisociales y, posiblemente, poli-toxicómanos. Triste, muy triste. ¡¡ Seamos realistas, pidamos lo imposible !! decían, y eso fue lo que consiguieron, hacerse imposibles. 

            Estos controladores ( los pastores ) creen tener el rebaño ( todo el mundo ) controlado con sus perros ( políticos, religiosos y científicos ), pero, la realidad es que, solo pueden controlar a determinadas ovejitas ( personalidades y modelos sociales ) en las que el resto del rebaño se ve reflejado. De vez en cuando, los pastores, matan a una de estas ovejas destacadas, no es que tengan hambre, es que tienen que mantener el miedo vivo entre el resto de nosotros. Este miedo no nos deja ver más allá del recinto en el que estamos encerrados. Muy de tanto en tanto, alguna oveja despierta y quiere escapar del recinto, pero, los pastores no dudan ni un segundo en mandar a sus perros para que controlen a esa perturbadora del orden establecido. Los perros se encargaran de que, esta corrección, sea pública, así las demás tomaremos ejemplo y desistiremos de volverlo a intentar. No olvidemos que, estos pastores, dependen de su control sobre nosotros para garantizar su futuro, y en nombre de esta seguridad, no dudaran en sacrificar a las ovejas que hagan falta para mantener este sistema. Ya lo hicieron en las dos guerras mundiales. Pero, ¿ que pasaría si todas las ovejitas despertásemos al mismo tiempo y quisiéramos todas escapar en ese mismo instante ? Pues que los pastores se quedarían sin rebaño y, ni siquiera los perros podrían hacer nada. ¿ imposible ? No, realista. Fijémonos en la historia, no es la primera vez que pasa y no será la última.

            La única manera que tenemos de despertar y de salir corriendo mucho más rápido que el pastor y de sus perros, es la toma de consciencia. Darnos cuenta de que ellos, dependen más de nosotros, que nosotros de ellos. Muchos dirán que, eso es imposible, ya que si salimos del rebaño, corremos el riesgo de caer en las fauces del lobo. Pero, querido amigo, ¿ todavía no se ha dado cuenta de que el pastor y el lobo son la misma cosa ? En la historia de la evolución humana, todos los científicos, antropólogos, historiadores, biólogos y arqueólogos, coinciden que, la primera especie animal que el ser humano consiguió domesticar, fue, precisamente al lobo, ya que de ser su competencia como depredador, lo convirtió en su compañero de caza inseparable. Aquí, hoy en día, el peligro no esta en el lobo, este, reside en quien lo manda, en el pastor. El lobo obedece ciegamente al pastor, como la policía y los jueces obedecen al poder político. No nos damos cuenta de que somos nosotros luchando contra nosotros, mientras ellos nos miran divertidos desde sus alturas intocables.

            Esta toma de consciencia, no debe ser solo a nivel de las ovejitas, los perros pastores también tienen que despertar y darse cuenta de que, solo en la unidad e igualdad de todos los seres humanos esta el equilibrio. Mientras haya gente viviendo por encima de los demás, siempre habrá personas ahogadas por no aguantarla presión. Mientras no despertemos y tomemos una mentalidad de consciencia de especie, que nos haga a todos iguales en derechos y obligaciones, pero no como ahora, si no de una manera real y efectiva, mientras no asumamos todo esto, seguiremos sufriendo bajo el control de otros, que se creen que tienen el derecho para  hacerlo pero ninguna obligación a obedecer las leyes y normas que ellos mismos crearon. Se creen especiales. Se creen divinos, o en su defecto, representantes legales de la divinidad en la tierra. Se creen aparte de todos nosotros. Se creen superiores. Pues bien, utilizando el pensamiento de cualquier indígena del pasado o de los que actualmente sobreviven contemporáneamente con nuestro sistema, nadie esta separado del resto, y mucho menos es diferente, lo que pasa es que se niega a verlo. Cuando estas personas se den cuenta de que su aislamiento de los demás, es la causa de todos sus miedos, entonces, dejaran de ejercer el rol de pastores y podrán venir a reunirse con nosotros. La alternativa es el aislamiento social de estos controladores, que por muy diferentes que se vean, cuando uno ha comprado el billete para un bonito paseo en barca con Caronte, lo que más deseas es tener alguien al lado que no te suelte la mano mientras haces el viaje. No podemos, no sabemos vivir solos, así que la unidad de la especie es la única alternativa. El otro camino esta más oscuro, es resbaladizo, esta sucio y, encima es cuesta abajo.